hypertrofia ocular

Doramas for dummies

Cuando te digo que me gustan los doramas (series de televisión asiáticas), sonríes de medio lado y crees que me dedico a las bizarradas. Que no tengo gusto. Te parece extraño, lo sé por cómo me miras. Y por lo que dices (a veces). Sé que eres así porque a mí me gusta, y a ti aún no. Así que he decidido mancharme las manos para que puedas dar un paso adelante –o dos-. Toma la pastilla roja. Nos vamos de paseo.

Si eres un cinéfilo que subraya en el baño la edición española del Cahiers (ahora Caimán), seguramente vas a despreciar todo lo que te diga. Lo más probable es que tengas razón y que estas series –al igual que el grueso de americanas, europeas y españolas- no encajen en tu perfil intelectual. Pero venga, aunque sea desde tu atalaya, busca los primeros minutos de Faith y reconoce que no está tan mal.

Lo que aquí os dejo es el trailer

Si, en cambio, eres de l@s que se entrega de vez en cuando –con más o menos vergüenza- a las comedias románticas de Kate Hudson, Matthew Mcconaughey y compañía, no tienes excusa. No eres mejor que yo. A pesar de todo, estoy dispuesta a abrirte un mundo lleno de posibilidades sin pedirte nada a cambio: un nuevo universo en el que también te vas a alegrar, y mucho, la vista.

Si te gustan las comedias románticas, te puedo recomendar alguno de  los “clásicos”. Tienes, por ejemplo, Coffee Prince (2007, Corea del Sur), que llegó a ser emitida en Latinoamérica.

Es una comedia romántica “de las de toda la vida” basada en un tema al que aquí no estamos muy acostumbrados, pero que por esas latitudes es extremadamente popular: chica se disfraza de chico y engendra lo que denominaremos el “chico-chica”; el héroe se enamora del chico-chica muy a su pesar y pasa a dudar de su sexualidad. Pero no te alarmes, nuestro protagonista descubrirá -para tranquilidad de la moral de todo-ser-de-bien- que no está cometiendo un pecado, y que el supuesto chico es realmente la mujer de su vida. Lo sé. Te estás riendo otra vez. “Eso no puede estar bien”. Pero de verdad, no está tan mal. Y te enganchas

El trailer

Ahora que lo pienso, igual es mucho para ti, para un novat@. Si eres un cobarde, puedes recurrir a otras comedias románticas más clásicas. Como Full House My name is Kim Sam Soon, The Greatest Love (con un protagonista enorme) o My Girl, por ejemplo.

Dok Go Jin en The greatest love

Si, en cambio, ahora te estás envalentonando por orgullo, métete de lleno con las chicas-chico y las rayas en el ojo y tírate a la piscina con You’re beautiful.

Hay que ver hasta el final

En Hana Kimi (2007, Japón), a pesar de tus taras, te aceptarán seguro. Y lo harán porque están acostumbrados a ello: es -otra vez- un dorama de chico-chica.

Y atrévete, te lo ruego –especialmente si en tu tiempo libre ves Gandía Shore o Aquí no hay quien viva: esto está mucho mejor- con My Boss My Hero (2006, Japón). Un hijo de la Yakuza que llega a ser tan tonto que su padre lo manda de vuelta al instituto. A su edad. A partir de ahí, te puedes imaginar. Por si no lo sabes ya, las guerras por los flanes en ese instituto son ya legendarias.

Si sigues queriendo reírte, no podemos olvidarnos de nuestra querida himono-onna, de Hotaru no Hikari (2007, Japón, dos temporadas). La chica perfecta en la oficina que se convierte en casa en “algo” muy parecido a mí: una piltrafa en chándal, que bebe cerveza y rueda por el suelo para no levantarse.

Mira que me esfuerzo, pero veo que te sigues haciendo el duro. A ti te va el rollo Jack Bauer. La acción. Pues los doramas también la tienen: en los históricos, por ejemplo; pero también en IRIS (Corea del sur, 2009) o en City Hunter (Corea del Sur, 2011)

Si te va más el punto épico, prueba con una Corea luchando contra el dominio japonés en los años 30, con el héroe Gaksital/Bridal Mask (Corea del Sur, 2012) al frente. Si tragas Águila Roja, de verdad que no le puedes poner mala cara a estos libertarios.

Si te gusta Glee o Fama, tienes que ver Dream High

Si te gusta Isabel, Los Tudor o cualquier drama histórico, va a gustarte Iljimae, Hong Gil Dong, o Queen In-Hyun’s man (este último si te atreves con los saltos en el tiempo, que aquí hay de todo).

También encontrarás dramas de los de verdad, telenovelas de las largas, dramas médicos, deportivos o musicales. Para dar y tomar. Tienes que dejarte dar el primer paso. No visten como tú, no hablan como tú, no se comportan como tú. Pero te entretendrán más que estupendamente. Y encima es más que fácil encontrarlos.

Pero después de todo mi esfuerzo, dame un lujo. Déjame terminar con mi pequeña obsesión. Porque el salto a los doramas fue por querer ver en carne y hueso a Tsukasa y Makino, del manga y anime Hana Yori Dango. Y los vimos en Japón (2005)

En Corea (2009)

En Taiwán (2001)

Y en China (2010)

Aún me queda mucho en el tintero, pero no quiero agobiarte el primer día que nos conocemos. No sé si te habrá servido. Pero veo que me sigues mirando un poco mal. Igual es que no te atreves. Tú te lo pierdes.

7 pensamientos en “Doramas for dummies

  1. Tras haber visto los primeros minutos de Faith, he de decir que mi único intento con los doramas ha tenido sorprendentes (y positivos) resultados

    • Los primeros minutos de Faith están más que decentes. El resto de la serie no es de lo mejor que vi, pero te mete el vicio en el cuerpo.
      My Boss My Hero es un concepto en sí mismo. Todos quisimos alguna vez ir al St Agnes, ser compañero de clase de Sakaki y ponernos unas alas para volar hacia nuestros flanes!

  2. Muy bien… Tenemos comedia, tenemos género épico, acción… pero me falta algo… Seguro que no son tan grandes como aquí y no tienen nada nada parecido a Sálvame… soy un náufrago…. la la la…. Y algo similiar a Cine de Barrio…
    Te pongo unos deberes para la próxima entrada… y tienes que buscar algo similiar a las clásicas pelis de Paco Martínez Soria o Alfredo Landa. Si encuentras algo parecido en coreano, me hago fan y te reprometo ver alguna serie, la que tú me digas!!!!

  3. Tras haber sometido a diversos sujetos a la visualización de los intentos fallidos de la comunicación humana ante el ataque rabioso de un ejemplar de «sus scrofa doméstica» (vulgarmente conocido como «cerdo chancho»), obtengo el siguiente resultado: esta escena, alarde de genialidad, sólo nos hace gracia a xiranai y a mi.

    • El cerdo chancho es una fiera. Por lo tanto, alertar de su peligro a cosmopolitas de ojo pintado es un deber moral de todo ciudadano. A nosotras nos hace gracia porque somos unas incívicas. Los que lo ven normal, sin reírse, es porque comprenden la gravedad de la situación. Son gente seria, que aprecia el dramatismo de la escena.

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